La primera botella totalmente reciclable. Así es como acaba de presentar el gigante alimentario PepsiCo el nuevo envase plástico que utilizará para sus bebidas, hecho enteramente con materiales vegetales y con el que espera reducir de forma significativa el impacto medioambiental de su gigantesca cadena de producción y ser un ejemplo para la industria embotelladora.
Si tras la fase de pruebas los resultados son positivos, PepsiCo tiene la intención de comercializar el nuevo envase «a plena escala». De momento, se están utilizando materiales biológicos como hierba, corteza de pino y hoja de maíz. En el futuro se usará también la piel de las patatas y de las naranjas, así como otros desechos agrícolas de su negocio alimentario.
«PepsiCo, como una de las mayores compañías en el negocio de la alimentación y de las bebidas, está en una posición única para utilizar sus recursos en la producción de una botella respetuosa con el medio ambiente», señala su consejera delegada, Indra Noovi, la ejecutiva más reputada en el mundo corporativo estadounidense. Y así reduce su dependencia en materiales a base de petróleo.
La guerra de las botellas está lanzada. Conrad Mackerron, director del programa As You Sow -que promueve la responsabilidad social y ambiental en las empresas, valora que PepsiCo vaya a utilizar los desechos agrícolas de su cadena de producción para producir los nuevos envases. Es la última innovación de la compañía en el marco del anuncio que hizo hace un año para hacer un uso más eficiente del agua y de la energía.
PepsiCo afirma que la tecnología utilizada para el desarrollo de esta botella vegetal es mejor que la de su competidor CocaCola, que usa el 30% de materiales biológicos. Recientemente anunció que su objetivo es alcanzar el 100%, pero admitió que llevará varios años conseguir que se produzca y se comercialice de una manera viable. Otros en el sector de la alimentación toman nota.
Desde hace años, en EE UU hay una intensa campaña por reducir el consumo de bebidas en botellas de plástico. Se calcula que solo en el caso del agua embotellada se producen 1,5 millones de toneladas de plástico al año. Y de acuerdo con Food and Water Watch, se necesita el equivalente a 175 millones de litros de petróleo para producirlas. El 80% de los envases no se reciclan.