Los chicos de Badroll Games presentaron ayer su nueva facción para su juego de escaramuzas y bandas Punkapocalyptic. Ya en versión beta podéis probar sus reglas y pronto seguro veremos sus primeras miniaturas e ilustraciones. Os dejo el anuncio oficial y luego la pequeña introducción al trasfondo de esta nueva sección.
Una nueva facción llega a Punkapocalyptic.
Los Hijos de la sangre Negra se han alzado en armas contra todo aquel que se les ponga delante desde su asentamiento-refinería de Tex’co. Y es que saben que igual el fuego no purificará a sus enemigos… ¡pero los achicharrará que da gusto!
Puedes encontrar información sobre ellos en la sección de Trasfondo y probar sus reglas para jugar (aún en versión beta) bajándolas de la sección de Descargas.
TRASFONDO:
El culto más famoso en la zona de Puentechatarra es el de la Sangre Negra, una congregación que conserva un pozo petrolífero en perfecto estado en un asentamiento fuertemente blindado.
Veneran el petróleo como una fuerza casi mística que provee Tex’co, una especie de deidad. No comercian de ninguna manera con todo lo que extraen del subsuelo, ya que sólo los miembros del culto son dignos de usar sus bendiciones. Si bien a veces solían intentar llevar su palabra por los asentamientos, para conseguir nuevos feligreses, no seguían una política agresiva. Lo que no significa que no estuvieran bien entrenados para el combate, pues eran conscientes de que cualquier banda mataría por conseguir su combustible y tenían que saber defenderse.
Sin embargo, el ataque a su asentamiento ha cambiado esto. Han entrado en un estado de paranoia total por el que creen que el resto de facciones quiere robar sus recursos, y no dudan en entrar en combate con quien sea, incluso realizando “ataques preventivos”. Y por si fuera poco, son bien capaces de usar máquinas que funcionan con combustible, con las que otras facciones no pueden ni soñar, para atacar a sus enemigos.
Organización
Los Hijos de la Sangre Negra siguen un estricta jerarquía religiosa.
Al mando está un Sumo Sacerdote, que controla todo desde su refinería. Nadie fuera de los muros de su asentamiento lo ha visto jamás. Por debajo están los Guardianes de la Llama, que inspiran con su presencia a los guerreros del Culto y llevan la palabra de Tex’co allá donde van. Los Ascuas son hermanos entrenados en el combate para luchar contra los enemigos de la Sangre Negra, armados con lanzallamas o motosierras, imposibles de ver en otras facciones del Páramo. Los Chispas son exploradores, montados sobre motocicletas pueden avanzar rápidamente por el Páramo. Los Cenizas son la base del Culto, se encargan de las tareas más básicas y van al combate cuando es necesario. Los Quemados son un caso a parte, fanáticos absolutos que no dudan en dar su vida por la Sangre Negra.