Los 40 años de juegos de especialista tercera y última parte – Uno que echamos de menos y otros bizarros

Hoy un último vistazo a la historia y a la nostalgia de los juegos de especialista de Games Workshop en estos 40 años de Warhammer junto a vosotros.

Preparar vuestro modo nostalgia para recordar estos últimos títulos que muchos ancianos del lugar y veteranos tuvimos quizás la suerte conocer e incluso algunos están en nuestra colección por desgracia cogiendo polvo.

JUEGOS QUE PASARON SIN PENA NI GLORIA

La mayoria de los juegos de especialista de hoy tuvieron su momento por Games Workshop pero fue un paso rápido y con poco seguimiento en cuanto a la comunidad y aun más por España.

Algunos apostastéis por ellos en su momento y ahora serán reliquias intemporales y tesoros guardados pero no fueron más que pequeñas anecdotas de GW.

Maestro de guerra (2000) – Warmaster que es como todos lo conocimos porque no hubo traducción en castellano.

Un epic de fantasía….

Warmaster fue una incursión demasiado breve en la fantasía a escala épica: un juego de alto nivel en el que se comandaban regimientos de pequeños lanceros, caballería, monstruos y batallas de artillería. La mayoría de las razas en Warhammer Fantasy Battles recibieron al menos algunas miniaturas, fundidas en metal pequeño y detallado, mientras que para algunas había ejércitos completos. Incluso Arabia recibió una gama de miniaturas propias.

MANO´WAR (1993)

Raro raro raro…..

Como sugiere el nombre, en este juego las razas del Viejo Mundo se hicieron a la mar en flotillas de barcos idiosincrásicos. Pero tratándose de Warhammer, estas flotas eran completamente exageradas (guadañas giratorias, bestias marinas gigantes, cañones bastante cercanos al tamaño del barco que los transportaba) y tripuladas por magos, demonios y escuadrones de monstruos voladores, con embestida y abordaje en abundancia.

Este no lo llegue a ver nunca…. pero existió.

Inquisitor (2001)

Miniaturas a gran escala en un juego donde verdaderamente lo que hicimos fue comprarnos las chulas miniaturas que ofrecia y jamas jugarlo.

Inquisitor, el huevo del curador de Warhammer para acabar con todos ellos, era un detallado juego de escaramuzas ambientado en el Milenio 41 en el que participaban facciones en guerra de los Sagrados Ordos del Emperador. Dos cosas lo hacían único: en primer lugar, utilizaba un sistema d100, lo que le proporcionaba estadísticas porcentuales reales y una granularidad extrema. En segundo lugar, estaba a escala de 54 mm, ¡el doble del tamaño de Warhammer 40,000! Se produjeron una serie de modelos increíbles, así como una gran cantidad de conocimientos exquisitamente barrocos y un personaje de Marine Espacial cuyas habilidades eclipsaban tanto a cualquier secuaz mortal que a menudo simplemente borraba a una banda enemiga entera del tablero en uno o dos turnos. Como corresponde.

YA RAROS NO, DESCONOCIDOS POR CASI TODOS…

Dragon Masters, en el que los Altos Elfos lucharon por Ulthuan, hasta Tyranid Attack, en el que un grupo de Exploradores de los Marines Espaciales abordan tontamente una nave colmena de colores espeluznantes. 

Y EL QUE ECHAMOS MAS EN FALTA Y QUE NOS ENCANTO Y QUE QUEREMOS QUE VUELVA ES…..

Que gran juego de escaramuzas y que diversión tuvimos mi grupo de amigos con este juego. Nos hicimos bandas, hicimos ligas, el ver las bandas progresar o empeorar segun su experiencia era una maravilla…. Nostalgia pura y lo quiero de vuelta YA.

Mordheim es una especie de juego histórico, ambientado aproximadamente 500 años antes de la fecha «actual» de Warhammer Fantasy Battle, en el año imperial 1999, y presenta a fanáticos religiosos espumosos que buscan restos de la preciosa y letal piedra de disformidad en las entrañas de una ciudad destruida. Ciudad imperial. Mordheim llevó todas las partes más extrañas del Imperio a extremos sombríos y excéntricos, explorando una ciudad que se volvió loca tras un apocalipsis. Las bandas de caza de tesoros incluían a las Hermanas de Sigmar, el Carnaval del Caos, los Cazadores de Brujas y los Skavens del Clan Eshin, con listas aún más extrañas que aparecían en las páginas de Town Cryer , la revista dedicada a Mordheim.