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Una nueva amistad – Relato sobre lo Tau de Jose Cuerda

Y otro mini relato, que nos trae nuestro colaborador de Jose Cuerda con tematica Tau.

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Una nueva amistad

Y Yure y Nu’ri eran requeridos en una misión de avanzadilla lejos de sus compañeros y sus comandantes, pues las ordenes venían de unos rangos más altos. Sabían que conformaban parte de una serie de avances de rastreadores y armaduras miméticas, debían espiar, obtener información y marcar el terreno de unas bases corsarias de eldars oscuros.

Situados bajo los grandes árboles y la maleza de color azul, turquesa, y oscuro los dos compañeros avanzaban mientras los visores de sus cascos buscaban señales de vida humanoide y uno de los puestos avanzados corsarios. El atardecer del sol naranja caía tras ellos dando paso a una noche bilunar donde los cielos despejados, mostraban el brillo de las dos lunas e iluminaban de forma fluorescente las copas de los arboles con forma de setas brillantes, de los cuales caían esporas que impregnaban las armaduras y telas de color blanco y turquesa de los rastreadores.

Todo andaba con tranquilidad a expensas de que se cruzaba algún animal semiacuatico, y el ruido de las ranas y la fauna del lugar. Según la pantalla del visor de Yure estaban a unas horas de su destino, se miraron los Tau y sin inmutarse ni verse las caras ya sabían que debían hacer, se puso Yure en primer lugar y de cuclillas fue caminando en dirección a las brillantes lunas, y unos metros más atrás estaba Ni’ri con su carabina desenfundada, siempre segura de sí misma y guardando la retaguardia de su compañero. Entonces a falta de unos 500 metros del lugar se veían unas torretas de vigilancia, y 5 tiendas con forma de hueso, algunos esclavos en unas jaulas y los guardianes eldars oscuros vigilando la zona. Y los dos rastreadores se colocaron a unos 10 metros en paralelo uno del otro tras dos grandes árboles, debían marcar con cuidado los edificios, pues un solo error y los prisioneros Tau y humanos de las jaulas morirían bajo la lluvia de misiles y la lluvia de fuego de inducción que caería después.

Entonces se giraron los dos apoyando una de sus rodillas y con el visor de la armadura de rastreador apuntaron su carabina con el marcador telemétrico hacia las tiendas y las torretas, quedando está marcada por la fina línea verde, denominada Valkiria, tras marcar las tiendas marcaron las torretas, ahora solo faltaba esperar. Y al cabo de unos minutos una serie de misiles y disparos de inducción impactaron en las tiendas, y las torretas destruyéndolo todo y creando el caos a su paso, las armaduras miméticas aparecieron y masacraron a los corsarios restantes, liberando a los esclavos, la misión estaba finalizada, solo debían volver a la base principal de vuelta, su misión de recuperar a los prisioneros estaba lista. Solo eran unas cuantas horas de camino, y así se dispusieron hacer el camino a la base.

Y cuando llevaban una hora de viaje y todo parecía transcurrir con normalidad, algo apareció en el visor de imágenes de Nu’ri, algo corría hacia ellos desde el norte, y aviso a Yure y seguidamente los dos rastreadores  giraron las cabezas para ver que venía, un rastreador Tau se dirigía hacia ellos con media armadura rasgada, derramando sangre del brazo izquierdo sin su carabina. Fueron a ver a su camarada de arma, y cuando llegaron hasta él, el visor volvió a dar señales de que algo se aproximaba a gran velocidad, dos motocicletas a reacción eldar se aproximaban, y entonces Nu’ri se puso contra una gran roca apunto y disparó a una distancia optima, el eldar oscuro cayó muerto del disparo que le propicio en el pecho, el otro corsario consternado paró en seco, vio a Yure como cogía en brazos al rastreador malherido y vio la oportunidad de abalanzarse sobre ellos, pero no sabía que la astucia de Nu’ri, y cuando arranco su moto esta salto sobre el tras aparecer detrás de un árbol y lo derribo, provocando que la moto perdiera el control y se estrellara contra un árbol, el corsario apenas pudo reaccionar y cuando fue a desenfundar su arma, Nu’ri ya le había proporcionado dos severos disparos en el pectoral dejando al corsario con dos agujero humeantes debido a la munición de inducción.

A si pues Nu’ri fue a ayudar a sus hermano Yure a cargar con el camarada Tau, quedaba un largo camino y la explosión de la moto eldar debió llamar la atención, cuanto antes llegaran al campamento mejor. Tardaron una hora y media más en llegar al campamento, el Tau malherido había perdido mucha sangre, pero enseguida fue hospitalizado en el centro médico del campamento base. Y al día siguiente fueron a ver como estaba su camarada, ya un poco consciente, pero sin hablarles a ellos dos, con un gesto de gratificación en la cara, les miró y asintió con la cabeza, y tras esto marcharon hacia la nave que los devolvería a Bork’an con sus demás compañeros y bajo las ordenes de su comandante.

Pero para su sorpresa cuando llegaron a la nave un oficial les detuvo pues debían esperar, ya que un nuevo compañero formaría parte de su contingente, y entonces vieron la camilla y al rastreador que habían salvado, pues le habían asignado un nuevo grupo y estaría bajo las ordenes de Kir’qath. Y se miraron fijamente y se alegraron de que fuera a ser su compañero otro camarada mas con el que compartir historias, y después preguntaron el nombre del rastreador y el oficial les dijo que se llamaba Uru. Y así los dos rastreadores volvieron en la nave mientras Uru se recuperaba y velaban por el.

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