Nuestros queridos amigos de Vedra Games y habituales colaboradores de FanHammer han publicado un pequeño extracto del trasfondo de su wargames Colonial Space Wars dandonos a conocer parte de La Primera guerra Colonial. Buena introducción para saber más sobre este juego y su historia que pronto con la salida de la expansión tendremos todos completa.
«Incluso los más optimistas analistas militares sabían que Alfa Centauri no tenía garantías de resultar victoriosa, pues, a pesar de la famosa valentía del soldado centauri, la armada espacial de Terra era infinitamente superior. A pesar de ello, su nuevo rey, un estratega de gran reputación, planteó un complejo sistema de defensa basado en una feroz resistencia en la superficie. Gyaconos ordenó que la flota centauri, apoyada por las defensas planetarias, evitara los enfrentamientos directos con Terra, pero que a su vez ejecutara feroces incursiones relámpago de castigo contra los convoyes de aprovisionamiento y refresco. Los primeros meses de conflicto fueron realmente nefastos para la Unión, pero las fuerzas de Terra lograron evitar el desastre gracias a la gran pericia de sus almirantes, que hicieron trabajar a sus naves y hombres hasta la extenuación. La ofensiva quedó temporalmente paralizada en el 3540 d.C., pero al menos la Unión había logrado establecer bastiones permanentes en los perímetros exteriores del sistema Centauri, y con ello facilitó la fabricación de infraestructuras para establecer un puente de salto con el satélite Europa, base de operaciones de la Armada.
Lejos de terminar el conflicto, ambos bandos continuaron manteniendo escaramuzas a la espera de preparar el golpe decisivo pudiera decantar la guerra. Por desgracia para los nativos centauri, si existe una cualidad en los humanos de Terra es la paciencia, una virtud que combinada con las maquinaciones de algunos de sus líderes solo podía conducir antes o después a la victoria. Al comienzo del 3541 d.C. la Unión movió pieza, reforzada por numerosas tropas recién llegadas gracias al portal de Europa, las fuerzas de Terra iniciaron una gran ofensiva en todos los frentes. Este ataque no pilló desprevenidos a los Centauri, que respondieron eficazmente con una tenaz defensa, de modo que tuvieron que ser las misiones suicidas de miembros de las fuerzas especiales terranas las que lograron abrir brechas en las posiciones de los defensores. Ejecutores y saboteadores eliminaron a un importante número de oficiales, debilitando seriamente su cadena de mando, y provocaron graves daños en instalaciones de alto valor estratégico. Poco a poco los ejércitos leales al rey fueron cediendo ante la presión de los invasores. Sin embargo el pueblo centauri no se rindió en ningún momento, y todo hombre y mujer, niño o anciano tomaron las armas para luchar por su independencia. Este ímpetu guerrero permitió resistir a la Liga en batallas donde sus fuerzas se vieron ampliamente superadas tanto en número como en tecnología.
En el punto álgido del caos que reinaba tuvo lugar el suceso que decantó la balanza. A finales del 3543 d.C., Kristos Hjianibi, un agente superior de las fuerzas especiales de Terra reclutado en el sistema centauri antes de la guerra, logró infiltrarse entre la tripulación de la nave insignia de la flota Centauri, el crucero de combate “Rey de la Galaxia”. Durante una de las batallas espaciales, el especialista detonó personalmente un dispositivo nuclear en su interior, provocando la desintegración de la nave espacial y destruyendo o dañando gravemente a varios de sus escoltas. Además de las pérdidas humanas y materiales, en la catástrofe falleció el famoso Élector Gyaconos, hermano del Rey y Capitán General de la flota.
Una vez que esta resultó diezmada, la Armada Terra tomó el control absoluto del espacio y sometió a duros bombardeos las mayores urbes de todo el sistema. Muchas colonias que se negaron a capitular fueron exterminadas, e incapaces de proteger las factorías de armamento y energía, el ejército Centauri quedó apenas sin equipamiento. El último foco de resistencia tuvo lugar en el Palacio Real de Centauri IV, con un asalto masivo de las brigadas de Terra para capturar al cabecilla rebelde. Grecor Gyaconos falleció con sus hombres leales en esos duros combates, y su cuerpo fue trasladado a Terra para ser mostrado ante La Cámara, según la tradición terrana, para que respondiera por su traición. La lucha había terminado oficialmente a finales del 3545 d.C., y con ella quedaron tan sólo los rescoldos sobre los campos de batalla. Alfa Centauri estaba devastada, y en Terra, aunque intacta y victoriosa, los exorbitantes gastos iban a producir una crisis social y económica sin precedentes.»