Fanhammer FanHammer la información del Hobbie
Nos faltaban por conocer la situación inicial de las cinco otras legiones de Marines Leales al comienzo de la Herejia de Horus que Games Workshop nos dio para aquellos que estáis muy verdes en esta época de Warhammer 40000.
Con ello podéis sentir la importancia de cada una de las legiones seguidoras del Emperador y situarlas en su situación tras declararse la Herejía que las otras legiones llevaron a cabo.
AQUI habíamos visto las primeras cuatro legiones y es una manera sin duda rápida de conocer un poco del rico trasfondo y de las grandes historias de este periodo.
Los Ángeles Sangrientos
Cuando estalló la Herejía de Horus, la IX Legión ya se encontraba en una situación desesperada. Horus había ordenado a los Ángeles Sangrientos y a su Primarca Sanguinius que se dirigieran a Signus Prime, donde se enfrentaron a los horrores de la Disformidad. Una maniobra calculada por parte de Horus, quien buscaba eliminar a uno de los hijos más poderosos del Emperador.
La batalla entre los Sanguinius y el demonio de Khorne, Kha’bandha, dejó cicatrices en la psique de la Legión y su Primarca que los perseguirían para siempre. Maltratados y ensangrentados, los Ángeles Sangrientos se enteraron de la rebelión de Horus y emprendieron el largo camino hacia Terra.
Las manos de hierro
Llevado a una rabia insensata por la traición de Horus y personalmente agraviado porque su amado hermano Fulgrim se había vuelto contra él, Ferrus Manus condujo al Décimo de Hierro a Isstvan, comprometiendo a muchos miles, incluidas sus compañías de veteranos de élite.
Los Manos de Hierro eran una Legión respetada y formidable, pero Horus manipuló su afán de venganza, por lo que se lanzaron de cabeza a la trampa del Traidor. Ferrus murió y su legión quedó destrozada. El remanente se dispersó, reuniéndose en grupos dispares y lanzando una campaña de venganza que duraría el resto de la guerra.
Los Ultramarines
Los Ultramarines, la más numerosa de las Legiones de Marines Espaciales, representaban una terrible amenaza para los planes de los traidores. Para neutralizarlos, Horus recurrió a Lorgar y al pretexto de un acercamiento a una antigua disputa entre ambos. En el planeta Calth, las dos Legiones se unieron, pero la apariencia de amistad se hizo añicos cuando los Portadores de la Palabra perpetraron una masacre.
El sistema fue devastado y su estrella murió, en un acto de terrible trascendencia ritual: el catalizador de una Tormenta Disforme galáctica que impidió la comunicación y los viajes efectivos de los leales. Aislados de Terra por esta Tormenta de Ruina, Guilliman y sus hijos se unieron, reconstruyeron y lucharon para asegurar los 500 Mundos de Ultramar.
Las salamandras
Uniéndose con entusiasmo a la flota de represalia enviada a Isstvan V, los Salamandras formaron parte de la primera oleada que llegó al punto de desembarco. El resultado fue un desastre: la fuerza de la Legión quedó destrozada y su Primarca, Vulkan, apareció muerto. Sangrados y derrotados, los Salamandras no estaban del todo fuera de combate. Los supervivientes se reagruparían y continuarían la batalla, a menudo junto a otros supervivientes de la masacre de Isstvan. En cuanto a Vulkan, se convirtió en un elemento clave de las defensas imperiales en Terra.
La Guardia del Cuervo
La Guardia del Cuervo, la tercera de las Legiones leales derrotadas en la Masacre del Desembarco, estaba atormentada por su fracaso. Si bien se encontraban entre las Legiones más pequeñas, eran muy aptas para luchar de forma poco convencional, y las aprovecharon para aterrorizar a los traidores en cada ocasión. Mientras su Legión libraba una brutal guerra de guerrillas contra las fuerzas del Señor de la Guerra, Corvus Corax buscó la manera de compensar las trágicas pérdidas de su Legión…
Sin duda los planes de Horus fueron muy bien llevados por las legiones y primarcas traidores e hicieron que las legiones leales erraran mucho en la defensa del Imperio y las mantuvo aisladas o lejos del conflicto y el plan principal.
