Hoy sábado ya tendréis disponible en tiendas el nuevo battletome de los Idoneth Deepkin y con el nuevo libro tenéis do maneras nuevas de jugar los Idoneth Deepkin con sus dos Regimientos de Renombre.
Veamos estos dos especiales formas de organizar este ejército y personalizar vuestra partida de guerra.

No importa lo genial que sea tu ejército de Señores del Árbol, los imponentes duardin con endrina o los feroces Seraphon, siempre puede ser aún mejor con dos tiburones. No te arrepentirás de desplegar un par de Allopex Akhelianos (también conocidos como Escalofríos Sanguinarios ), ya que estas criaturas rápidas y letales pueden perseguir a los enemigos más duros.

La tripulación akhelia ofrece disparos fiables con su arpón de concha afilada o su lanzaredes Retarius. Cuando se anuncia la Cacería del Escalofrío Sanguinario , esta pareja usa su habilidad para cazar en tándem y evadir ataques o para descuartizar a sus presas con fauces repletas de hileras de dientes afilados como cuchillas.

A pesar de su naturaleza relativamente aislacionista, no es raro que los Idoneth presten ayuda a sus aliados en momentos de necesidad, aunque esta tarea suele recaer en una Incursión Costera Namarti . Una unidad de Esclavos Namarti, con sus poderosas armas lanmari a dos manos, y una unidad de Devastadores Namarti son lideradas en la batalla por un riguroso Maestro de Esclavos Akheliano.

Todo el regimiento se despliega en reserva al inicio de la batalla, esperando el momento oportuno y observando el desarrollo del combate. En el momento oportuno, el Maestro de Esclavos lanzará el Ataque y las tres unidades se desplegarán en combate, antes de mover inmediatamente D3, lo que te ayudará a acortar la distancia para cargar con tus Esclavos y el Maestro de Esclavos, dándoles a estos últimos la oportunidad de luchar dos veces.
Cualquier facción de la Orden que no sea Idoneth Deepkin puede tomar estos regimientos, incluyendo a los ya mencionados Señores del Reino Lumineth. Resulta sorprendente, dada la tensa historia entre Teclis y sus creaciones, pero en la Hora de la Ruina los Cythai no pueden permitirse el lujo de aferrarse a sus principios.
