Hoy vamos a conocer un poco del nuevo trasfondo que Games Workshop nos ha avanzado de Age of Sigmar respecto a los dos próximos ejércitos que se renuevan.
Porque además de renovar miniaturas y reglas siempre hay pequeños o grandes cambios en el rico trasfondo.
¿qué les depara la Era de las Bestias a estas peligrosas y sedientas facciones de monstruos y gigantes?
La Era de las Bestias es una de cambios tumultuosos, y las Cruzadas Dawnbringer de Sigmar no son más que un grano irritante para las fuerzas de la Destrucción. Los Hijos de Behemat pueden pasar todo el día pateando fortalezas insignificantes, solo para descubrir que estos entrometidos idiotas han levantado aún más chozas mientras no estaban mirando. Cuando un Glotón de Guerra regresa de un agotador Mawpath, lo último que quiere es encontrar un asentamiento prefabricado donde una vez estuvo su hogareño campamento.
Si bien estas ciudades nacientes brindan amplias oportunidades para pisotear y festejar, son un dolor de cabeza constante. Peor aún, la gente pequeña que los habita a menudo usa sus elegantes palabras para confundir a los ogors y gargantes, obligándolos a contratos mercenarios o sacándolos de su territorio estafando.
El poder primario que emana de Ghur, ayudado por la aparición de Kragnos, ha demostrado ser el punto de inflexión. No es que estén completamente unidos detrás del Dios del Terremoto; ciertamente es impresionante, pero las fuerzas de la Destrucción rara vez están unidas por algo.
De hecho, la Tribu Bloodgullet de Ghur ve al Exterminador de Imperios como un impostor, ya que sus esfuerzos destructivos no hacen nada para saciar el hambre de Ghur. Cada una de las poderosas fisuras abiertas por sus cascos es otra boca abierta que permanece blasfemamente sin alimentar.
La mayoría de los gargantes respetan el inmenso poder de Kragnos, pero algunos lo ven como un falso ídolo. El principal de estos disidentes es el Rey Brodd; para él, Kragnos es un sustituto verdaderamente mediocre de Behemat. Para empezar, tiene pezuñas en lugar de pies grandes y pesados.
Los enloquecidos Aplastadores de Bestias, Gargantes atrapados por la energía salvaje de su dios de muchas caras, ven a Kragnos como el trofeo de caza definitivo: su cabeza con cuernos es un premio que reclamar. Las peleas entre tribus de gargantes a favor y en contra de Kragnos no son infrecuentes, creando otro cisma sin sentido entre estos colosos cascarrabias.
El resto lo tendréis que conocer por supuesto en los próximos battletomes. Que esperais con ganas por el Cubil de Pumuky.