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Hoy tenemos un nuevo festejo de los 40 años de Warhammer junto a Games Workshop y en esta ocasión nos centramos en ver los seres más pútridos y llamativos que adoran al Dios de la Putrefacción Nurgle
De estos cuatro dioses, Nurgle es la desesperación y la enfermedad manifiesta, un dios corpulento del renacimiento, la indolencia y la entropía.
Sus seguidores están hinchados, su carne podrida se derrama por las grietas de la armadura oxidada, y pocas miniaturas capturaron esta fecundidad decrépita tan perfectamente como el Señor de las Plagas.
Una montaña de carne putrefacta corroída por la podredumbre imbuida de disformidad de Nurgle, el Señor de las Plagas era un modelo de viruela, un ejemplo del efecto de los dones del Padre de la Plaga. Presentado originalmente como un Señor del Caos de Nurgle, este repugnante guerrero se convirtió en un favorito al instante.
Muchos elementos de este icónico campeón se convirtieron en puntos de contacto para los futuros seguidores de Nurgle. La máscara de cara completa del verdugo con un trío de orificios para los ojos, cuernos torcidos que brotan de una placa de armadura curva, carne cubierta de llagas y órganos internos a punto de estallar.
Durante el Fin de los Tiempos, los Putrid Blightkings tomaron esta nueva estética hinchada y regalaron a los seguidores del abuelo Nurgle una variedad de armas oxidadas, mutaciones aterradoras, campanas dolorosas y Nurglings descarados.
Incluso Gutrot Spume, atracador náutico y maestro de la plaga. flotas, se basó en el Señor de las Plagas, aunque un brazo estaba medio transformado en una pesadilla de origen cefalópodo.
Los Maggoth Lords y los Glottkin llevaron esta visión de decadencia a nuevos extremos, montando bestias gigantescas. Ghurk, el más joven de los Glottkin, se hinchó hasta alcanzar proporciones grotescas.
Los cuatro Dioses del Caos persisten en extender su influencia maligna en la Era de Sigmar, y los poderes entrópicos de Nurgle no han hecho más que crecer. Su interminable guerra con Alarielle ha hecho que florezca el Jardín de Nurgle, y con él han surgido nuevos horrores.
Sin duda preciosas miniaturas que son una delicia para cualquier colección y todas deberían estar en los ejércitos de los jugadores de Nurgle porque son una maravilla.
Como nota personal diré que si alguna vez me hiciera un ejército del Caos seguramente apostaría por Nurgle porque es el que más me gusta como personalización y por miniaturas.
